La verdad sobre la contaminación de los vehículos diésel

Tanto en el valle de México como en otras ciudades de México, la mayor parte de las obligaciones derivadas de los esfuerzos para controlar las emisiones del sector transporte han gravitado sobre los propietarios de automóviles particulares. Al mismo tiempo, los transportistas de carga y de pasajeros se han librado de restricciones similares, lo que podría crear la impresión de que los automóviles son más contaminantes. Sin embargo, aunque ambos tipos de transporte contribuyen mucho a la contaminación en la Ciudad de México, las emisiones de los vehículos pesados causan más daños a la salud.

El documento a continuación presenta información sobre los orígenes y los tipos de emisiones de los vehículos diésel, cómo estas emisiones causan problemas para la salud, y qué políticas públicas se pueden implementar para reducirlas. Hoy en día, la medida más importante contra la contaminación que causa el transporte es la NOM 044, que limita las emisiones de los vehículos diésel y que se publicó en 2018 después de arduas negociaciones con los fabricantes. La última fase de esta norma establece límites de clase mundial para que se comercialicen en México vehículos con las mismas tecnologías que se venden en Estados Unidos y Europa desde hace más de diez años. Ahora, la implementación de esta última fase se retrasó un año y existe el riesgo de que se posponga indefinidamente. Estos retrasos significan que las emisiones de estos continuarán incrementándose, junto con los impactos en la salud en los próximos 20 años, que es la vida útil promedio de estos vehículos, como se muestra en la figura 4.

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